Se dice que las leyes espirituales que se enseñan en la India llegan a ti en el momento adecuado. Hace semanas que vimos lo que dice la Primera Ley y también lo que dice la Segunda. Hoy nos toca meternos a fondo con la tercera de las cuatro leyes. Este principio proclama lo siguiente:
En cualquier momento que comience, es el momento correcto
Los acontecimientos llegan a nuestras vidas cuando estamos preparados para recibirlos. Es importante tenerlo en cuenta y no dejarnos llevar por la impaciencia y la ansiedad. ¿Recuerdas aquella frase de «El maestro aparece cuando el alumno está listo»? Pues se trata de algo así, pero más generalizado.
Para saber apreciar las cosas necesitas una preparación previa. De nada sirve que te regalen el mejor violín del mundo si nunca antes estudiaste solfeo o las zapatillas de deporte más ligeras, si no disfrutas saliendo a correr. Para ser capaces de apreciar algo nos han tenido que enseñar a valorarlo. De igual manera, en la vida, muchas veces nos quejamos de que no aparece la pareja de nuestros sueños, o de que no encontramos un trabajo que nos llene… Nos drenamos de energía lamentándonos y, de alguna manera, no somos conscientes de que para que nuestros sueños empiecen a materializarse, debemos empezar a trabajar nuestra propia evolución.
La experiencia nos prepara para lo que está por venir. Si no hubieras experimentado lo que ya has vivido, no percibirías tu presente igual. La riqueza y la comodidad no las valora de la misma manera una persona que ha nacido en una familia acomodada que aquella de origen humilde. Si hay experiencias que añoras y que aún no se han manifestado en tu vida, se debe a que todavía te hayas en proceso de aprendizaje.
Desarrollando la humildad, la paciencia y el agradecimiento estamos abriéndonos para recibir. No te muestres como una persona terca y caprichosa, acepta que el futuro será generoso contigo cuando estés listo para valorar todo lo que tiene para ofrecerte.
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2 comentarios en «Tercera Ley Espiritual de la India»
Hola Blanca, espero te guste. Me parecio interesante . un abrazo.
¡Hola! Muy buen post. Esta ley yo la veo no sólo en el sentido de que «hay que darle tiempo al tiempo», o sea que las cosas no sean tan rápidas como las queremos, sino también que a veces las cosas suceden ANTES de que nosotros queramos: por ejemplo, rápido llega el tiempo de mudarse de casa, de hacer un cambio de vida o lo que sea. Entonces viene la excusa del «no estoy preparado para…» y esperamos el momento de estar preparado, pero es una mentira, porque uno nunca está realmente preparado para nada y uno mismo (o la vida) se lanza a la aventura sin estar 100% seguro de nada. Esta ley la veo también como un «no esperes a estar preparado para algo, sólo hazlo».