Hace unas pocas semanas que mi prima (una eficiente y trabajadora Virgo) dio a luz a su primer hijo, Max.
Su precioso bebé ha nacido con el Sol en Escorpio y Capricornio ascendiendo en la línea del horizonte.
Mi prima estará encantada de saber que su pequeño tiene un Medio Cielo envidiable, con el Sol allí clavado y la conjunción Venus – Saturno a poquita distancia. Queda señalado ya en su promesa natal que será una personita con una voluntad inquebrantable y una gran determinación. Trabajando duro llegará muy lejos. Porque vale, Venus está en exilio en su carta, pero Saturno es el regente y viene apoyado tanto por Marte como por Plutón en Capricornio en recepción mutua al Viejo Profesor. A su debido tiempo, alcanzará la cima y será capaz de hacer brillar ese Sol en todo su esplendor.
A lo que quiero llegar con esta introducción es a remarcar lo esencial que es anotar la hora exacta del nacimiento del bebé para poder hacernos una idea de todo su potencial.
Es sumamente difícil averiguar a qué hora nacieron nuestros abuelos y bisabuelos. Y bastante rabia me da porque no hay nada más apasionante que bucear en la genealogía astrológica familiar. Lo dice una a la que le han transmitido la luna de generación en generación y es plenamente consciente de que se trata de una herencia.
Por suerte, la carta astral de nuestros hijos sí que tenemos ocasión de conocerla con exactitud. No hay mejor regalo que poner a su alcance esa herramienta para que la puedan utilizar a lo largo de toda su existencia.
Si mi padre no hubiera anotado en un papel la hora a la que nací al minuto y en mi pre adolescencia hubiese pensado que mi Ascendente era Virgo, en lugar de Leo, jamás me habría enganchado a la astrología de la manera que lo hice. Cuando no te das cuenta de lo exacto que es algo no aprendes a valorarlo…
Os digo esto porque si estáis esperando un bebé o conocéis a alguien que lo esté haciendo, tengáis en cuenta lo importante que es tener una hora de nacimiento lo más ajustada posible. Y vale, siempre estará la que anoten en el registro… pero ésta puede tener un ligero desfase, así que no está de más cerciorarnos.
La carta astral de bebés es una herramienta súper útil tanto para los padres, como para el niño cuando crezca. Si los padres conocen de antemano el diamante en bruto que es su bebé, podrán comprenderle mejor, apoyarle en sus momentos más bajos, ayudarle a desarrollar todos sus talentos y hacerse una idea de cuál puede ser su camino en la vida.
El niño, puede que con el tiempo acabe interesándose en la astrología o puede que no, pero al menos tendrá en su poder esta herramienta milenaria para hacer uso de ella si lo desea y en el momento en el que lo necesite. Antes esto era un privilegio de reyes, ojo, así que no estamos hablando de ninguna tontería.
Como dato curioso os dejo una ley astrológica que se llama la Trutina de Hermes y que asegura que el signo Ascendente del momento de la concepción, determina el signo lunar que tendrá el bebé al nacer, mientras que el signo lunar del momento de la concepción, nos revela el Ascendente del bebé. Esto es, si fuéramos capaces de saber el momento exacto en el que hemos concebido, no tendríamos problema para «adivinar» el Ascendente y el signo lunar del bebé que va a nacer. Pero ojo, entendemos por concepción el momento en el que el espermatozoide fecunda al óvulo, que no tiene porqué coincidir con el momento en el que se tienen relaciones sexuales, sino que puede ser hasta tres días más tarde…